Bizcocho japonés

1) Este bizcocho japonés es un bizcocho con una textura súper especial, una textura muy esponjosa que hace que se parezca a las nubes de golosina. De ahí que se conozca también con el nombre de pastel de algodón o bizcocho nube. Además, a este bizcocho también se le llama bizcocho tembloroso y al final de la receta verás el por qué.
Lo primero que vamos a hacer es poner a fuego medio un cazo con la mantequilla y la leche y dejar que la mantequilla se vaya derritiendo poco a poco a la vez que vamos mezclando con unas varillas. Cuando la mantequilla esté completamente fundida, apagamos el fuego y reservamos.
Mientras se derrite la mantequilla, podemos ir separando las yemas de las claras de los huevos. Es muy importante que en las claras no quede ningún resto de yema para que después monte bien el merengue.

2) Vamos a tamizar la harina con la ayuda de un colador o un tamiz. Después, vamos a añadirle a la harina la mezcla de la mantequilla con la leche. La mezcla tiene que estar algo caliente pero no demasiado (podemos probar con el dedo, tenemos que notarla caliente pero que no queme). Mezclamos bien con unas varillas hasta tener una mezcla homogénea y sin grumos.
Cuando tengamos la mezcla perfecta, vamos a ir añadiendo las yemas de una en una.

3) Añadimos una yema, mezclamos con las varillas y no añadimos la siguiente yema hasta que la anterior esté perfectamente integrada. Hacemos así con todas las yemas y reservamos.
Si queréis aromatizar el bizcocho con esencia de vainilla, se la echaríamos en este momento. Añadimos la esencia y mezclamos con las varillas hasta que se integre bien.

4) A continuación, vamos a hacer el merengue. Con todas las claras en un bol, empezamos a batir con unas varillas eléctricas a media potencia. En cuanto veamos que las claras empiezan a ponerse espumosas, vamos a ir añadiendo el azúcar glass poco a poco, como en forma de lluvia. Y seguimos batiendo hasta que se vaya formando una especie de crema blanca. Para este bizcocho, no queremos hacer un merengue bien montado, necesitamos que quede con picos blandos, es decir, simplemente que se quede marcada la forma de las varillas pero que no se sostenga firme el merengue.

5) Ahora vamos a ir añadiendo poco a poco la mezcla de las yemas al bol del merengue. Al principio, podemos ir removiendo despacio con la ayuda de las varillas, pero después vamos a terminar de mezclar con la ayuda de una espátula o lengua de gato, haciendo movimientos suaves y envolventes para que la mezcla no pierda volumen.

6) Forramos con papel vegetal el molde donde vamos a hornear el bizcocho. Vertemos la masa del bizcocho en el molde y colocamos el molde dentro de otra fuente donde vamos a añadir agua caliente ya que este bizcocho se hornea al baño maría. Vamos a calentar previamente el agua que vamos a añadir en la fuente, de manera que la calentamos sin que llegue a hervir pero casi, que esté entre 80º y 90º C. La cantidad de agua es la necesaria para que cubra aproximadamente 2-3 cm del molde.
Con el horno precalentado a 150º C, con calor arriba y abajo, metemos la fuente en la zona media-baja del horno y horneamos a 150º C durante 60 minutos.
Pasados los 60 minutos, apagamos el horno y dejamos el bizcocho dentro del horno con la puerta entreabierta durante 10 minutos.
Después de estos 10 minutos, sacamos con cuidado el molde del horno y desmoldamos el bizcocho para dejarlo enfriar encima de una rejilla. En este momento, si movéis un poco la rejilla vais a ver por qué este bizcocho se conoce como el bizcocho que tiembla o bizcocho tembloroso. Casi se parece al movimiento que hace un flan o una pannacota y esto es por la textura tan especial que tiene este bizcocho que es tanto por la forma de hacer la masa como por la cocción al baño maría.

Cuando el bizcocho esté frío ya está listo para disfrutar!
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Y si te animas a preparar este bizcocho kasutera, también llamado pastel de algodón o bizcocho nube, nos encantaría saber qué tal fue el resultado o si te ha surgido alguna duda.