Croquetas de pollo y jamón

1) Esta receta de croquetas de pollo y jamón es una receta perfecta de aprovechamiento ya que vamos a utilizar las sobras que suelen quedar cuando preparamos en casa pollo cocido, guisado o asado al horno. En esta ocasión, nosotros vamos a usar un muslo de pollo cocido que utilizamos para hacer un caldo.
Lo primero que haremos será limpiar la carne, retirando la piel y los trozos de grasa (la cantidad de pollo que aparece en la lista de ingredientes se refiere al pollo ya limpio). Troceamos un poco el pollo para ayudar a la picadora y después lo picamos con la ayuda de un robot de cocina y lo reservamos. Si no tenemos picadora, simplemente picamos muy finito el pollo con un cuchillo. También vamos a picar a cuchillo muy finito el jamón serrano.

2) Ponemos una cazuela a fuego medio con la mantequilla y cuando la mantequilla se haya derretido, añadimos la cebolla picada muy muy finita, mezclamos y añadimos una pizca de sal. Dejamos cocinar la cebolla unos 5-6 minutos hasta que se ponga doradita y entonces, añadimos el jamón serrano, lo mezclamos y cocinamos un par de minutos.

3) Ahora añadimos el pollo picado, lo mezclamos y cocinamos otros 2 minutos. Después, añadimos la harina, la mezclamos y cocinamos un minuto para que pierda el sabor a crudo. A continuación, añadimos la leche poco a poco pero toda de golpe, a la vez que seguimos removiendo con las varillas.

4) Seguimos removiendo continuamente con las varillas y cuando la mezcla haya espesado un poco, añadimos otra pizca de sal y de pimienta negra molida y seguimos trabajando la masa unos 10 minutos más a fuego bajo sin dejar de remover. Cuánto más trabajemos la masa, más cremosas van a quedar las croquetas.
Una vez que tengamos lista la masa de las croquetas, la pasamos a otro recipiente para dejarla enfriar a temperatura ambiente. Preferiblemente usaremos una fuente de poca profundidad y alisaremos las superficie de la masa con una espátula o lengua de gato. Cuando la masa de las croquetas haya perdido temperatura, la taparemos con film transparente que debe estar en contacto con la masa para evitar que el aire forme una costra. Después de que se haya templado a temperatura ambiente, metemos la masa en la nevera y dejamos que se enfríe para que coja consistencia (podemos dejar la masa de las croquetas en la nevera de un día para otro).

5) Cuando tengamos la masa de las croquetas bien fría y compacta (después de como mínimo tres horas en la nevera), vamos a darle forma a las croquetas. En este caso les dimos forma alargada pero también quedarían bien si les damos forma redondita. Cuando tengamos las croquetas formadas, vamos a empanarlas, de manera que las pasamos primero por huevo batido y después por pan rallado. Cuando tengamos la croqueta cubierta de pan rallado, le damos otra vez forma con la mano con una leve presión. Hacemos lo mismo con el resto de la masa hasta tener todas las croquetas listas.

6) A continuación, vamos a freír las croquetas. Para ello, colocamos una tartera pequeña o sartén profunda con abundante aceite (de oliva o de girasol) a fuego fuerte. Cuando el aceite esté bien caliente pero sin que llegue a humear, vamos friendo las croquetas en tandas de 3 o 4 croquetas para evitar que el aceite pierda temperatura. Pasados unos segundos, les damos la vuelta y cuando estén bien doraditas, las sacamos con una espumadera para escurrir bien el aceite y las vamos colocando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa que pudieran tener.

Y ya están nuestras croquetas caseras de pollo y jamón listas para disfrutar!
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