Fresas con nata

1) Vamos a preparar seguramente el postre más fácil del mundo, unas sencillas fresas con nata que además de que nunca pasan de moda, suelen gustarle a casi todo el mundo. Esta receta de fresas con nata no tiene mucho misterio pero sí vamos a intentar que nos quede una copa de fresas con nata muy vistosa con una presentación bonita y cuidada.
Para hacer unas fresas con nata perfectas es importante que las fresas estén en su punto óptimo de maduración, ni muy verdes ni demasiado maduras. Lo primero que vamos a hacer es lavar muy bien las fresas y después les quitamos el pedúnculo verde y les cortamos un poquito el extremo superior. Después, las vamos a cortar a lo largo en láminas finas. Para que nos quede una copa de fresas con nata perfecta, intentaremos usar fresas que tengan más o menos el mismo tamaño para que las láminas sean parecidas.

2) Una vez que tenemos las fresas preparadas, vamos a hacer la nata montada. Otro de los trucos para hacer unas fresas con nata perfectas es conseguir una nata que esté bien montada y muy firme.
Para montar la nata es muy importante que tanto la nata como el recipiente y las varillas que vamos a usar estén muy fríos. Para ello, podemos meterlo todo 10 minutos antes en el congelador.
Colocamos la nata en un bol y empezamos a batir con unas varillas eléctricas. Cuando empiecen a salir burbujas, añadimos poco a poco el azúcar glass y seguimos batiendo hasta que la nata esté completamente montada y bien firme, lo que nos puede llevar unos 3-4 minutos.
Una vez lista la nata montada, nosotros la metimos en una manga pastelera para que el montaje en la copa fuera más sencillo pero si no tenéis manga, simplemente colocaremos la nata en las copas con la ayuda de una cuchara.

3) Para montar nuestras copas de fresas con nata nosotros vamos a utilizar unas copas de champán clásicas pero podemos usar también copas de martini, copas de helado, boles que tengan un tamaño mediano...Algo que tengáis por casa y que haga que el montaje de las fresas con nata quede vistoso.
Ponemos en la base de la copa un buen montón de nata y colocamos 4 láminas de fresa enfrentadas. En el hueco del medio que forman las fresas, podemos poner alguna fresa más cortada en cuadraditos. Añadimos por encima otro buen montón de nata pero sin que llegue a cubrir las láminas de fresa.

4) Ahora ponemos otras 4 láminas de fresa enfrentadas en el espacio que quedaba libre entre las láminas de la primera capa. Las colocamos hundiéndolas un poco en la nata para que se queden bien fijas. Ponemos un último montón de nata y terminamos coronándolo con otras 2 láminas de fresa. Opcionalmente podemos poner para decorar una hojita de menta.

Y ya tenemos lista para disfrutar nuestra clásica copa de fresas con nata.
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