Pasos de la receta
Los huevos divorciados son un platillo mexicano que se sirve típicamente para desayunar y que consiste en unos huevos fritos colocados sobre tortillas de maíz también fritas y bañados uno con salsa verde y el otro con salsa roja, de manera que al emplatarlos se dibuja como una línea de separación entre ambos y de ahí viene el nombre de "divorciados". En España no tenemos costumbre de desayunos tan contundentes (al menos no a diario) así que podemos preparar esta receta para cenar o también para servir como entrante.
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la salsa verde y la salsa roja. Podemos comprarlas ya hechas pero no es lo mismo que si las preparamos nosotros en casa. En la lista de ingredientes, encontrarás los enlaces a las recetas de las dos salsas pero vamos a hacer un pequeño resumen aquí de cómo se hacen cada una de ellas.
Vamos a empezar con la salsa verde para la que vamos a necesitar tomatillo verde triturado, ajo, cebolla, chile jalapeño y cilantro. Tenemos que cocer en un cazuela la cebolla, con el ajo y el chile durante unos 15 minutos. Después, colocamos estos ingredientes en un vaso batidor y les añadimos el tomatillo verde, sal y el cilantro y trituramos bien hasta tener una mezcla homogénea y reservamos.
Para preparar la salsa roja vamos a necesitar tomates maduros, ajo, cebolla y chiles de árbol. Ponemos a cocer en una cazuela los tomates con el ajo, la cebolla y los chiles durante 15 minutos. Después, colocamos estos ingredientes en el vaso batidor, añadimos sal y trituramos hasta tener una mezcla homogénea y reservamos.
Ahora vamos a freír las salsas. Primero vamos a freír la salsa verde y para ello, ponemos una sartén a fuego medio-fuerte con un par de cucharadas de aceite de girasol y cuando el aceite esté caliente, añadimos la salsa verde (cuidado en este momento porque la salsa va a saltar) y freímos la salsa durante unos 2-3 minutos a fuego medio. Añadimos pimienta negra molida, mezclamos y retiramos la salsa verde para repetir la misma operación con la salsa roja. Echamos el aceite de girasol y cuando esté caliente, añadimos la salsa roja, freímos 2-3 minutos, añadimos pimienta negra molida y reservamos.
Ahora vamos a freír las tortillas de maíz. Para ello, ponemos una sartén con aceite de girasol y cuando el aceite esté caliente, freímos las tortillas de una en una sobre 1 minuto dándole la vuelta cada 4-5 segundos y después, la sacamos de la sartén escurriendo bien el aceite y la colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Cuando hayamos freído las tortillas, vamos a freír los huevos. Para los huevos divorciados, los huevos no se fríen como en España en abundante aceite, sino que se cocinan a medio camino entre un huevo a la plancha y frito, de manera que se cubre el fondo de una sartén con un poco de aceite de girasol y cuando el aceite esté caliente, se añade el huevo, se le echa sal y se cocina hasta que la clara esté cuajada e intentando que la yema conserve su color naranja intenso ya que es lo único que se va a ver del huevo una vez emplatado.
Y en este punto que tenemos listas todas las elaboraciones, ya podemos empezar a montar este platillo de huevos divorciados. Para ello, ponemos en un plato dos tortillas de maíz fritas y colocamos un huevo encima de cada una de ellas. Después, bañamos un huevo con la salsa verde y el otro con la salsa roja. Por último, ponemos una fila de totopos en el medio de los dos huevos e incorporamos por encima un poco de queso fresco desmigado y unas hojitas de cilantro.
Nosotros acompañamos los huevos divorciados con totopos y el queso fresco pero también es bastante habitual acompañarlos con frijoles refritos. Al final de la receta encontrarás el enlace para preparar unos frijoles refritos caseros.
¿QUÉ OPINAS DE ESTA RECETA DE HUEVOS DIVORCIADOS?
Y si te animas a preparar este desayuno mexicano de huevos divorciados con totopos, nos encantaría saber qué tal fue el resultado. Más abajo puedes compartir la receta o puntuarla.
Notas y recomendaciones para hacer huevos divorciados
- Tanto la salsa verde como la salsa roja son salsas bastante picantes, de manera que podemos adaptar el grado de picante a nuestro gusto, aumentando o disminuyendo la cantidad de chile.
- Para los huevos divorciados se usan tortillas de maíz que se fríen para que queden bien crujientes y no se pongan blandas cuando les echamos las salsas por encima.