Sardinas marinadas

Para preparar esta receta de sardinas marinadas, ya que es una elaboración en crudo, tendremos en cuenta el tiempo de congelación necesario para evitar problemas con el anisakis. Pediremos en la pescadería que nos desescamen bien las sardinas y que las limpien de cabeza y de tripas y una vez en casa, las envolvemos en film transparente y las congelamos durante 5 días a -20º C. El día previo a preparar la receta, sacamos las sardinas del congelador a la nevera para que se vayan descongelando lentamente.
Una vez descongeladas las sardinas, lo primero que haremos será sacarle los filetes y desangrarlas.

Para sacar los filetes de sardina, con un cuchillo bien afilado abrimos la sardina con cuidado por la zona de la barriga hasta conseguir separar el primer filete. Después, cortamos la cola de la sardina y tiramos con cuidado de la espina desde la parte de la cola hacia arriba.

Por último, cortamos la zona de la barriga de los dos filetes hasta tener unos filetes de sardina perfectos y bien limpios como los que se ven en la foto. Repetimos la misma operación con todas las sardinas que vayamos a preparar y a continuación, vamos a desangrar las sardinas. Para ello, ponemos en un bol agua muy fría y le añadimos unos cubitos de hielo. Colocamos dentro los filetes de sardina y metemos el bol en la nevera durante 30 minutos. Después de esta media hora, sacamos el bol de la nevera y vamos a ver cómo los filetes de sardinas están perfectamente desangrados, con la carne mucho más clarita que antes.

Secamos muy bien las sardinas con papel de cocina y para marinarlas vamos a utilizar una fuente lo suficientemente grande como para que nos entren las sardinas sin que queden amontonadas. Colocamos una buena capa de sal gorda en la base de la fuente y vamos colocando los filetes de sardina con la piel hacia arriba. Después, colocamos otra capa de sal gorda hasta tener todas las sardinas perfectamente cubiertas. Hacemos un poco de presión con la mano para compactar la sal y metemos la fuente en la nevera durante 40 minutos.

Después de los 40 minutos de marinado en la nevera, retiramos con cuidado la capa de sal y vamos a ver cómo las sardinas han cambiado completamente de color y de textura. Lavamos con agua fría todos los filetes de sardina para eliminar la sal y después, los secamos bien con papel de cocina.
Por último, colocamos las sardinas en un recipiente más bien hondo con la piel hacia arriba y añadimos el aceite de oliva necesario para que queden completamente cubiertas. Metemos el recipiente en la nevera durante al menos 4 horas y después, ya estarían las sardinas marinadas listas para utilizar.

Estas sardinas marinadas puedes servirse así solas como aperitivo, como si fuesen anchoas, o también podemos usarlas para preparar tostas o incluso añadirlas a ensaladas...
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