Pasos de la receta
Aunque nos pueda parecer lo contrario, preparar este tronco de Navidad no es difícil. Sí es cierto que requiere hacer varias elaboraciones pero si nos organizamos bien y vamos preparando todo con los tiempos necesarios es un postre accesible para todos y con un resultado muy vistoso para preparar en alguna de las comidas navideñas. Dicho esto, no os asustéis porque la receta es muy larga, creo que la más larga que tenemos publicada pero creo que es necesario para poder explicar bien todas las elaboraciones que hay que hacer. En la lista de ingredientes, están separadas todas las elaboraciones con sus correspondientes ingredientes para que no haya confusión.
Vamos a empezar con una foto del tronco de Navidad terminado para explicar las distintas elaboraciones que tenemos que hacer. Empezamos con el bizcocho que es una plancha de bizcocho genovés igual que si fuéramos a hacer un brazo de gitano. Lo único que preparamos un poco más de cantidad de masa de la que hacemos habitualmente para el brazo de gitano para que nos quedase el bizcocho un poco más gordito. Este bizcocho lo vamos a empapar bien con un almíbar aromatizado con vainilla y lo vamos a rellenar con una crema pastelera de chocolate aunque también podríamos rellenarlo con una crema pastelera clásica o incluso con nata montada, queda a vuestra elección. Y por último, vamos a preparar una ganache de chocolate para la cobertura que tenga la textura necesaria para poder decorar el tronco y hacer los surcos imitando la corteza de un árbol. La ganache es lo que primero tenemos que hacer ya que la tenemos que dejar enfriar bastantes horas en la nevera, así que lo ideal es dejarla preparada con un día de antelación. La crema pastelera también tiene que enfriar pero no necesita tanto tiempo.
Lo primero que vamos a hacer es preparar la ganache de chocolate para la cobertura ya que como dijimos antes, la tenemos que dejar enfriar varias horas en la nevera (lo ideal es dejarla preparada de un día para otro). Ponemos el azúcar en un bol, le añadimos el cacao en polvo y mezclamos bien con unas varillas hasta tener una mezcla sin ningún grumo.
Ponemos una cazuela a fuego medio con la nata líquida para montar y cuando la nata esté caliente (sobre 40º C), añadimos la mezcla de azúcar y cacao y removemos bien con unas varillas hasta que se disuelva completamente en la nata. Cocinamos a fuego bajo removiendo continuamente con las varillas hasta que la mezcla empiece a hervir y a partir de ese momento dejamos cocinar 1 minuto más sin parar de remover.
Volcamos la mezcla sobre el chocolate troceado que habremos puesto en un bol que resista bien el calor. Una vez volcada toda la nata, mezclamos bien con unas varillas hasta que se derrita completamente todo el chocolate.
Dejamos atemperar 10 minutos la mezcla y a continuación, incorporamos la mantequilla cortada en dados que habremos sacado de la nevera con unos 15-20 minutos de antelación. Mezclamos bien hasta que la mantequilla se funda por completo y tengamos una ganache suave y brillante. Tapamos el bol con film transparente y lo metemos en la nevera para que repose de un día para otro. Al día siguiente veremos cómo la ganache se puede haber puesto un poco dura, así que si vemos que es necesario, la pondremos al baño maría para que ablande un poco y sea más fácil después manipularla para cubrir el tronco.
Ahora vamos a preparar la crema pastelera de chocolate. Lo primero que vamos a hacer es separar un vaso de leche del total de leche que vamos a utilizar y el resto de la leche la vamos a poner en una olla pequeña o un cazo. Incorporamos las yemas al vaso de leche que teníamos reservado, batimos bien y cuando las yemas y la leche estén bien mezcladas, añadimos la maicena y batimos hasta que se disuelva por completo y no haya ningún grumo.
Ponemos la olla con la leche a fuego medio y añadimos la canela en rama y la mantequilla. Cuando la mantequilla se haya derretido completamente, añadimos el azúcar y mezclamos bien todos los ingredientes con unas varillas. Cuando la leche quiera romper a hervir, sacamos la canela en rama y a continuación, incorporamos el batido de la leche con la maicena y mezclamos bien con las varillas.
Sin dejar de remover, esperamos a que la mezcla vaya espesando. Vamos a ir viendo como la mezcla que teníamos líquida va a ir cogiendo textura de crema poco a poco. Este proceso puede llevar unos minutos, dependiendo un poco del fuego. Cuando la crema haya espesado completamente, la retiramos del fuego y añadimos el chocolate de repostería troceado. Mezclamos con las varillas hasta que el chocolate se derrita completamente y ya tenemos lista la crema pastelera de chocolate.
Colocamos la crema en un bol y la tapamos con film transparente que esté en contacto total con la crema para evitar que se forme una costra. La dejamos atemperar unos minutos a temperatura ambiente y después la metemos en la nevera. Cuando la saquemos de la nevera para utilizarla, vamos a ver que habrá espesado un poco, así que solo tenemos que removerla con unas varillas y volverá a tener la misma textura que cuando la acabamos de cocinar.
Ahora vamos a dejar preparado el almíbar con el que vamos después a empapar el bizcocho y que quede muy jugoso. Para preparar el almíbar, ponemos una olla pequeña con el agua, el azúcar y la media vaina de vainilla. Disolvemos el azúcar en el agua mezclando con unas varillas y ponemos el fuego medio-alto y esperamos a que la mezcla llegue a ebullición. En ese momento, bajamos el fuego a fuego medio para mantener el hervor y dejamos cocer durante cinco minutos hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y el almíbar esté aromatizado. Retiramos la vaina de vainilla y dejamos que el almíbar se atempere a temperatura ambiente.
Y ya por fin vamos a preparar la masa del bizcocho de nuestro tronco de Navidad. Para ello, primero vamos a montar las claras a punto de nieve. Separamos las yemas de las claras de huevo y ponemos las claras en un bol. Les añadimos una pizca de sal y batimos con unas varillas eléctricas hasta montar las claras a punto de nieve y las reservamos.
Ponemos las yemas en otro bol, añadimos el azúcar y batimos con las varillas durante 3-4 minutos hasta que las yemas prácticamente doblen su volumen. Cuando tengamos las yemas listas, añadimos en dos tandas las claras montadas a punto de nieve y mezclamos con la ayuda de una espátula o lengua de gato con movimientos suaves y envolventes, para que la mezcla pierda el menor volumen posible.
A continuación, vamos a incorporar igualmente en dos tandas la harina de trigo y la levadura química (polvos de hornear), pasándolos previamente por un colador o tamiz. Al igual que hicimos con las claras a punto de nieve, mezclamos con una espátula o lengua de gato con movimientos suaves y envolventes hasta tener una masa perfectamente homogénea y sin grumos.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal (papel de horno) y vertemos la mezcla del bizcocho, intentando estirar la masa por toda la bandeja de manera uniforme. Con el horno precalentado a 170º C, con calor arriba y abajo sin ventilador, metemos la bandeja en el horno a media altura y horneamos a 170º C durante 15-20 minutos hasta que veamos que el bizcocho está doradito. En ese momento, apagamos el horno y dejamos dentro el bizcocho con la puerta del horno entreabierta durante 5 minutos. Después, sacamos la bandeja del horno y ponemos el bizcocho boca abajo encima de una tabla para retirar con cuidado el papel de horno. Después, ponemos ese mismo papel por la parte de abajo del bizcocho para poder enrollarlo a continuación. El bizcocho tenemos que enrollarlo en caliente para que después no se nos rompa y nos quede la forma perfecta.
Vamos a enrollar el bizcocho como se ve en la foto, desde el borde inferior hacia arriba, ya que así nos va a quedar el tronco un poco más largo que si lo hiciésemos en el otro sentido. Nos ayudamos en todo momento del papel de horno para enrollar el bizcocho y cuando lo tengamos bien enrollado, hacemos un poco de presión con el papel para dejar enfriar el bizcocho así bien apretadito dentro del papel.
Dejamos enfriar el bizcocho alrededor de una hora y después, ya lo podemos desenrollar para empezar a montar el tronco de Navidad. Desenrollamos el bizcocho y lo empapamos por la parte interna con el almíbar de vainilla. Recordad que hay que empapar bien el bizcocho para que después nos quede bien jugoso.
Una vez empapado el bizcocho, colocamos la crema pastelera de chocolate encima para esparcirla por toda la superficie del bizcocho.
Repartimos la crema con la ayuda de una lengua de gato intentando que nos quede una capa lo más uniforme posible y cuando esté lista, vamos a volver a enrollar el bizcocho como hicimos antes, desde el borde inferior hacia arriba. En la primera vuelta nos podemos ayudar del papel de horno pero después ya no va a hacer falta. Cuando tengamos el bizcocho bien enrollado, lo vamos a tapar con film transparente (pero sin aplastarlo) para meterlo en la nevera durante mínimo una hora para que así mantenga bien la forma con el relleno.
Sacamos el bizcocho de la nevera y vamos a cortarle los dos extremos que suelen quedar algo feos (así de paso probamos qué tal nos ha quedado). Con cortar unos 2-3 cm de cada lado es suficiente. Y ahora vamos a cortar en diagonal un trocito para hacer la decoración del tronco. Nosotros cortamos un trozo que tenía unos 12 cm aproximadamente. Después ese trozo que hemos cortado, lo volvemos a cortar a la mitad para poner una mitad encima del tronco y la otra mitad en el lateral como se ve en la foto. En este punto, no intentéis que esos trozos se queden pegados al tronco ya que los pegaremos a continuación con la ganache de chocolate.
Y ahora vamos por fin con la cobertura del tronco. Recordad que la ganache al enfriarse se endurece así que hay que ver si es necesario calentarla un poco al baño maría o en el microondas (en el micro cuidado que no se queme). Necesitamos que la ganache tenga una textura parecida a la de una crema de cacao. Nosotros pusimos un papel de horno debajo del tronco para poder ensuciar de chocolate sin manchar la bandeja o fuente.
Vamos poniendo la ganache encima del tronco y con la ayuda de una espátula (lo ideal es usar una espátula de pastelero) la vamos repartiendo de manera uniforme por toda la superficie del tronco a la vez que le vamos haciendo los surcos ayudándonos con la propia espátula. No os preocupéis si no os queda todo lo bonito que os gustaría, recordad que estamos haciendo un dulce casero...Intentaremos que nos quede lo mejor posible pero no deja de ser hecho en casa.
Cuando tengamos el tronco principal cubierto por todos los lados, vamos a colocar en el lateral una de las mitades que cortamos antes, haciendo un poco de presión contra el tronco principal para que este trozo se quede pegado. Lo recubrimos igualmente con la ganache haciendo los mismos surcos con la espátula y repetimos la misma operación con el otro trozo que vamos a colocar en la parte superior del tronco principal.
En este punto que tenemos el tronco perfectamente cubierto con la ganache, lo vamos a meter en la nevera hasta el momento de servir, ya que lo ideal es hacer la decoración justo antes de llevar a la mesa.
Y ya solo nos quedaría decorar nuestro tronco de Navidad. Nosotros le pusimos unas guindas en almíbar embadurnadas en azúcar y unas hojitas de eneldo como si fuesen las ramitas del árbol y terminamos espolvoreando el conjunto con azúcar glass imitando un árbol nevado. Pero para la decoración del tronco de Navidad hay un montón de opciones: podemos ponerle frutos rojos como grosellas o frambuesas, golosinas o figuritas de fondant de motivos navideños, fruta escarchada...¡Lo que más os guste!
Y ya después del trabajillo que nos hemos pegado podemos por fin disfrutar de nuestro tronco de Navidad!!! Aunque no es una receta para preparar todos los días, sí es cierto que el resultado es muy satisfactorio.
¿QUÉ OPINAS DE ESTA RECETA DE TRONCO DE NAVIDAD?
Y si te animas a preparar esta receta típica francesa de Bûche de Nöel, nos encantaría saber qué tal fue el resultado. Más abajo puedes compartir la receta o puntuarla.
Notas y recomendaciones para hacer tronco de Navidad o Bûche de Nöel
- Para hacer este tronco de Navidad hicimos diferentes pruebas porque realmente no teníamos claro con qué rellenar el bizcocho ni con qué cubrirlo porque hay un sinfín de recetas distintas para preparar este tronco de Navidad. Finalmente lo rellenamos de crema pastelera de chocolate pero también podríamos rellenarlo de crema pastelera clásica o nata montada, según los gustos de cada casa.