Solomillo de cerdo al ajillo

1) Lo primero que vamos a hacer para preparar esta receta de solomillo de cerdo al ajillo es limpiar el solomillo de exceso de grasa, si es que lo tuviera. Una vez limpio, lo cortamos en medallones de unos 2 cm de grosor y les añadimos pimienta negra molida por los dos lados.
Preparamos los dientes de ajo de manera que la mitad los dejamos enteros y con la piel y los aplastamos con el lateral de un cuchillo y la otra mitad los picamos muy finito.

2) Ponemos una tartera a fuego medio-fuerte con el aceite de oliva y los ajos enteros para que el aceite vaya cogiendo el aroma de los ajos mientras se va calentando. Cuando el aceite esté bien caliente, incorporamos los medallones de solomillo para sellarlos. Sellamos los medallones sin moverlos en la tartera durante un minuto, les damos la vuelta, les añadimos sal y los dejamos 1 minuto más. Después los retiramos de la tartera y los reservamos.

3) Vamos a ver cómo en la tartera habrán quedado los restos de los jugos de haber sellado el solomillo. A continuación, bajamos un poco el fuego y esperamos a que la tartera pierda un poco de temperatura (ya que estará muy caliente) y después, añadimos el ajo picado. Con una espátula raspamos los restos del solomillo, mezclamos y cocinamos los ajos sobre 1 minuto con cuidado de que no se nos quemen. Después, subimos el fuego, añadimos el vino blanco y mantenemos el hervor a fuego fuerte un par de minutos para que se vapore por completo el alcohol del vino. A continuación, añadimos el caldo de carne (o de pollo) que lo tendremos bien caliente.

4) Mezclamos bien y esperamos a que el conjunto rompa a hervir. En ese momento bajamos un poco el fuego y dejamos cocinar unos 10 minutos. En estos minutos la salsa va a ir reduciendo poco a poco pero si queremos una salsa más espesita y con más cuerpo, tendríamos que añadirle maicena disuelta en un poquito de agua fría (unos 10 g de maicena para la receta de 4 personas). Nosotros no añadimos la maicena pero esto es algo totalmente opcional, al gusto de cada casa.
Cuando ya tengamos la salsa lista, incorporamos los medallones de solomillo y todos los jugos que hayan soltado en la fuente. Mezclamos bien los medallones con la salsa, cocinamos el conjunto un par de minutos a fuego bajo y ya está listo para servir.

Emplatamos el solomillo al ajillo regándolo por encima con la salsita y acompañado de unas patatas fritas cuadradas que preparamos de guarnición. Nosotros además también ponemos los ajitos enteros en el plato que le dan un puntito muy rico al conjunto.
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