Buñuelos de calabaza

Para hacer esta receta de buñuelos de calabaza hice varias pruebas y la que más me ha gustado es la que vamos a preparar a continuación, una receta similar a los buñuelos de viento pero integrando puré de calabaza en la masa. El resultado son unos buñuelos ligeros y esponjosos con el sabor dulzón de la calabaza que terminaremos rebozando en una mezcla de azúcar y canela en polvo.
Lo primero que tenemos que hacer para preparar estos buñuelos de calabaza será hacer un puré de calabaza para poder integrar la calabaza en la masa de los buñuelos. Para ello, limpiamos y pelamos la calabaza, le cortamos los extremos y la partimos por la mitad. Después, la cortamos en cubos del mismo tamaño para que se cocine en el microondas de manera más rápida y uniforme. Colocamos la calabaza troceada en un recipiente apto para microondas y le añadimos unas gotas de agua para facilitar que se cocine al vapor. Tapamos el recipiente con film transparente o también podemos utilizar un recipiente con tapa apto para microondas.

Programamos el microondas 8 minutos a máxima potencia que en nuestro microondas son 900 W. Pasados los 8 minutos, la calabaza estará perfectamente cocinada. Cortamos con cuidado el film ya que saldrá vapor muy caliente y comprobamos con un cuchillo que la calabaza esté blandita. Si vemos que la calabaza aún no está cocinada, la volveremos a meter en el microondas un par de minutos más.
A continuación, vamos a triturar la calabaza. Lo podemos hacer de manera manual o utilizando una batidora (nosotros utilizamos un pisapatatas). Cuando tengamos la calabaza bien triturada, la vamos a poner en un colador para eliminar el posible exceso de agua que tenga (podemos presionarla con una cuchara para que suelte el exceso de agua más fácilmente). Dejamos enfriar el puré de calabaza a temperatura ambiente.

Una vez que tenemos el puré de calabaza listo, vamos a ponernos con la masa de los buñuelos. Lo primero que haremos será aromatizar la leche para que nos salgan unos buñuelos súper ricos. Para ello, ponemos un cazo a fuego medio con la leche y añadimos la mantequilla y la canela en rama y cuando la mantequilla empiece a derretirse, mezclamos bien con unas varillas.
Mientras tanto, vamos a pasar la harina de trigo que añadiremos a continuación por un colador o tamiz.

Cuando la leche empiece a hervir levemente, retiramos la canela en rama y añadimos el azúcar y una pizca de sal. Mezclamos bien con las varillas para que se disuelva el azúcar y esperamos a que empiece de nuevo el hervor. Cuando la leche empiece a hervir, apagamos el fuego y añadimos toda la harina de golpe.

Tenemos que remover enérgicamente hasta obtener una masa uniforme. Preferiblemente usaremos una espátula o lengua de gato para que nos sea más fácil integrar la harina. Sabremos que la masa está en su punto cuando se separe de las paredes del cazo y tengamos una masa compacta. Pasamos la masa a un bol y dejamos que pierda un poco de temperatura.

Cuando la masa esté a temperatura ambiente, vamos a ir añadiendo los huevos uno a uno. Batimos un poco el huevo para que se integre mejor, lo añadimos a la masa y mezclamos poco a poco con ayuda de una espátula o lengua de gato. Al principio costará un poco que el huevo se integre en la masa pero a medida que vayamos removiendo, la masa de los buñuelos irá absorbiendo el huevo. En estas fotos se ve la receta que hicimos para las cantidades para 4 personas que solo lleva 1 huevo. En caso de hacer más cantidad de masa, no añadiremos el siguiente huevo hasta que el anterior esté perfectamente integrado en la masa y así con todos los huevos.
Cuando la masa haya absorbido todo el huevo, añadimos el puré de calabaza y mezclamos bien para que se reparta de manera uniforme y ya tendríamos lista la masa de los buñuelos de calabaza.

En este punto, ya podemos empezar a freír los buñuelos de calabaza. Para ello, ponemos una sartén profunda o un cazo con abundante aceite de girasol o de oliva suave. Para que sea más fácil coger la masa de los buñuelos y no se nos pegue, vamos a usar dos cucharillas de postre que mojaremos en el aceite caliente. Con una de las cucharillas cogemos pequeñas porciones de masa que vamos echando en el cazo empujándolas con la otra cucharilla. Cuando echemos la masa en el aceite, la bolita se va a ir al fondo y segundos después el buñuelo subirá a la superficie, se inflará y se irá dando la vuelta él solo a medida que se vaya cocinando.
Vamos a freír los buñuelos con el aceite a temperatura media-suave (en nuestra vitrocerámica a potencia 6 de un máximo de 9) y en tandas de 4 en 4 aproximadamente para que el aceite no baje demasiado de temperatura. Es muy importante controlar bien la temperatura del aceite a la hora de freír los buñuelos para que suflen y se cocinen bien por dentro.

Si vemos que los buñuelos no se dan la vuelta solos, los ayudaremos nosotros con una cuchara o una espumadera. Cuando los buñuelos empiecen a estar dorados (después de unos 3-4 minutos), los sacamos del cazo con una espumadera, escurriendo bien el aceite y los colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Por último, vamos a embadurnar bien todos los buñuelos pasándolos por un bol con azúcar y canela en polvo.

Y ya tenemos listos para disfrutar estos deliciosos buñuelos de calabaza sin levadura y casi sin azúcar, súper tiernos y esponjosos!
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