Pasos de la receta
Lo primero que vamos a hacer para preparar esta receta de calabacín rebozado es lavar muy bien el calabacín y cortarle los dos extremos. Después, vamos a ir cortando rodajas finas de calabacín que tengan sobre 3 mm de grosor.
Añadimos sal a todas las rodajas de calabacín y vamos a pasar a rebozarlo. Lo ideal es ir rebozando el calabacín a medida que lo vamos echando a freír y así el rebozado quedará crujiente. Cogemos las rodajas de calabacín con unas pinzas (si no tenemos pinzas usamos un tenedor) y lo pasamos primero por la harina de manera que quede bien enharinado por los dos lados y después, sacudimos un poco el exceso de harina que pueda coger. A continuación, lo sumergimos en el huevo batido de manera que quede perfectamente impregnado y al sacarlo lo dejamos escurrir un poco también.
Para freír el calabacín rebozado, ponemos una sartén a fuego medio-fuerte con aceite de oliva o de girasol y cuando el aceite esté caliente, vamos friendo las rodajas de calabacín en tandas de pocas unidades para que el aceite no baje demasiado de temperatura. Freímos las rodajas de calabacín unos 30 segundos por cada lado y después, los sacamos de la sartén escurriendo bien el aceite y los vamos colocando en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Servimos inmediatamente el calabacín rebozado para tomarlo calentito recién hecho y que se mantenga crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro.
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