Gyozas de pollo

Las gyozas son unas pequeñas empanadillas japonesas que en los últimos tiempos se han hecho súper populares y las podemos encontrar en las cartas de un sinfín de restaurantes. Son pequeños bocados de una masa que se puede rellenar de distintos ingredientes y que se cocinan al vapor después de darle un primer toque de plancha para conseguir que queden tostaditas por debajo.
Aunque las gyozas más populares suelen ser las que se rellenan con carne de ternera o con carne de cerdo, en esta receta las vamos a rellenar con pechuga de pollo que vamos a acompañar con varios ingredientes que veremos a continuación.
Lo primero que vamos a hacer es cortar el repollo (o col o col china) en juliana fina y vamos a cortar en aritos finos la parte verde de la cebolleta. También pelamos y rallamos el diente de ajo y el jengibre.
Colocamos la pechuga de pollo cortada en trozos en el vaso picador de un robot de cocina, la picamos completamente y la colocamos en un bol. Añadimos el ajo y el jengibre rallados y mezclamos bien con un tenedor.

A continuación, añadimos la sal, el azúcar, la salsa de soja, el aceite de sésamo (opcional), la maicena y mezclamos bien con el tenedor.

Después, añadimos la cebolleta, el repollo y volvemos a mezclar hasta tener una mezcla homogénea. Guardamos el bol en la nevera durante media hora para que se mezclen un poco los sabores y después, ya podemos empezar a rellenar y formar las gyozas.
La masa para gyozas se puede comprar en tiendas especializadas de comida asiática o también por Internet en tiendas online. Vamos a colocar una cucharada sopera del relleno en el centro de la oblea (entre 15 y 17 g aproximadamente) y después humedecemos con un poco de agua el borde superior de la oblea.

Ahora viene la parte más complicada de la receta que es cerrar la gyoza haciendo los pliegues típicos tan característicos de estas empanadillas. Al principio puede que cueste un poco cogerle el truco pero después de hacer 2 o 3, seguro que ya van saliendo.
Lo primero es cerrar la gyoza justo en el centro haciendo presión para que quede bien sellada y a partir de ese punto central, hacemos 3 pliegues de fuera hacia dentro en un lado y luego igualmente 3 pliegues de fuera a dentro en el otro sentido. En el caso de las gyozas, los pliegues se hacen con el borde que no hemos humedecido de la oblea, para una vez hecho el pliegue, presionarlo ligeramente contra el borde que sí está húmedo para que se quede pegado.
Una vez que hemos hecho los 3 pliegues a cada lado, presionamos todo el borde de la gyoza para asegurarnos de que queda bien cerrado. Y repetimos la misma operación con todas las gyozas que vayamos a preparar.

Para cocinar las gyozas, ponemos una sartén a fuego medio-fuerte con el aceite de girasol. El tamaño de la sartén debe ser acorde al número de gyozas que vayamos a cocinar para que no queden apretujadas en la sartén, pueden estar juntas pero no demasiado para que no se peguen entre ellas. Cuando el aceite esté caliente, colocamos las gyozas "de pie" de manera que sea la base la que esté en contacto con la sartén como se ve en la foto y las dejamos que se doren alrededor de 1 minuto. Pasado este minuto, añadimos el agua (que habremos mezclado previamente con un poco de maicena) y dejamos cocinar a fuego fuerte otro minuto. Después, tapamos la sartén y bajamos el fuego a fuego medio-bajo para que se cocinen las gyozas al vapor hasta que se consuma todo el agua como se ve en la última foto (entre 8 y 10 minutos).

Como veis, las gyozas han quedado doraditas en la base pero súper blanditas por arriba, convirtiendo este pequeño bocado en un maravilloso contraste entre crujiente y jugoso con todo el sabor tan rico del relleno. Servimos las gyozas con un poco de salsa de soja en un cuenco para acompañar y mojar al gusto.
¿QUÉ OPINAS DE ESTA RECETA DE GYOZAS DE POLLO?
Y si te animas a preparar estas gyozas japonesas de pollo y verduras, nos encantaría saber qué tal fue el resultado. Más abajo puedes compartir la receta o puntuarla.