Jamón asado al horno

Para hacer el jamón asado al horno al estilo gallego, vamos a utilizar una pieza de jamón deshuesada y la noche anterior la dejaremos en un adobo hecho con ajos, pimentón, romero, tomillo, laurel, pimienta negra, aceite de oliva virgen extra y brandy.

Para preparar el adobo, le sacamos el germen a los dientes de ajo y los colocamos en un vaso batidor. Incorporamos las especias, el aceite de oliva virgen extra, el pimentón, el brandy y lo trituramos todo con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea.

Colocamos el jamón deshuesado en una fuente apta para el horno y pincelamos toda su superficie con el adobo. Le damos la vuelta y hacemos lo mismo hasta que quede bien impregnado. Lo tapamos y lo dejamos hasta el día siguiente en la nevera.

Al día siguiente el jamón estará perfectamente adobado. Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180ºC. Mientras se precalienta, salamos el jamón por ambos lados. Cuando tengamos el horno caliente, metemos el jamón con la fuente tapada a media altura y lo dejamos hornear durante 30 minutos. Si horneamos el jamón sin tapa tendremos precaución de que no se nos quede sin salsa.

Pasados los primeros 30 minutos, sacamos el jamón del horno y le damos la vuelta, regamos con los jugos que ha ido soltando y lo volvemos a meter en el horno 30 minutos más.

Pasada esa media hora, sacamos el jamón y le vamos a incorporar la cebolla y el pimiento rojo. Volvemos a mojar el jamón con la salsa del fondo y metemos otra vez en el horno los últimos 30 minutos (son 90 minutos en total).

Aprovechando que tenemos el horno encendido, podremos preparar la guarnición para el jamón asado. En esta ocasión incorporé en la fuente unas patatas fileteadas tipo hasselback que se cocinarán en la última media hora del horneado (dependiendo del tamaño). Es importante ir hidratando el jamón asado con los jugos que vaya soltando durante el horneado para evitar que se nos reseque en exceso. Si no tuviésemos suficiente líquido le podemos añadir un poco de agua.
Pasados los últimos 30 minutos, el jamón y las patatas ya deberían de estar asados. Para comprobar si el jamón esta hecho por dentro, introducimos un palillo largo (tipo brocheta) y vemos si suelta algún tipo de líquido. En el momento en el que no salga líquido, el jamón asado ya estará en su punto.
Retiramos la cebolla y el pimiento que estarán perfectamente asados y los metemos en un vaso batidor para preparar la salsa que acompañará al jamón asado al horno.

A continuación, añadimos al vaso batidor todos los jugos que ha soltado el jamón en el asado y trituramos hasta obtener una salsa homogénea. Si vemos que es poca salsa o que ha quedado demasiado espesa, le podemos incorporar agua o un poco de caldo de carne o pollo.
Dejamos enfriar un poco el jamón y lo fileteamos lo más fino posible.
Para servir el jamón asado, podemos colocar los filetes en la salsa o emplatar los filetes y bañar con abundante salsa caliente.

Ya tenemos listo nuestro jamón asado gallego listo para comer! A nosotros nos encanta comerlo en bocata con mucha salsita...Está de muerte!!
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