Mousse de chocolate

1) Lo primero que vamos a hacer para preparar esta mousse de chocolate tradicional es derretir el chocolate de repostería con la mantequilla al baño maría. Para ello, ponemos un cazo pequeño a fuego medio con un poco de agua en el fondo. Colocamos el chocolate con la mantequilla en un bol de cristal y ponemos el bol dentro del cazo. Poco a poco se van a ir derritiendo el chocolate con la mantequilla y vamos a ir removiendo el conjunto con una espátula o lengua de gato hasta tener una mezcla totalmente líquida, homogénea y brillante. También podemos derretir el chocolate con la mantequilla en el microondas. Si lo hacemos en el microondas, tenemos que poner una potencia baja: 180 o 360 W, para evitar que se queme el chocolate.
Cuando tengamos el chocolate listo, lo colocamos en otro bol y lo dejamos enfriar.

2) Cuando el chocolate esté a temperatura ambiente, separamos las yemas de las claras de los huevos. Ponemos las yemas en un bol, les añadimos el azúcar y vamos a batir hasta que blanqueen y doblen su volumen, lo que nos puede llevar unos 5 minutos con unas varillas eléctricas.
A continuación, incorporamos la mezcla de las yemas al bol del chocolate y mezclamos con la ayuda de una espátula o lengua de gato, con movimientos suaves y envolventes para que la mezcla no pierda volumen.

3) Por último, vamos a montar las claras de huevo a punto de nieve. Para ello, les añadimos una pizca de sal a las claras y batimos con las varillas eléctricas. Al principio, batimos a velocidad baja y cuando veamos que empiezan a salir burbujas, batimos a velocidad alta hasta conseguir el punto de nieve.
Cuando tengamos las claras listas, las añadimos en varias tandas y poco a poco al bol del chocolate y volvemos a mezclar con movimientos suaves y envolventes hasta tener todas las claras perfectamente integradas en la mezcla.
Colocamos la mezcla de la mousse de chocolate en copas individuales, vasitos de yogur, tarritos con tapa,...Y la dejamos enfriar en la nevera un mínmo de 4-6 horas aunque lo ideal es dejar la mousse en la nevera de un día para otro.

Cuando esté la mousse bien fría, ya la tenemos lista para disfrutar con esta textura tan esponjosa como se ve en la foto.
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