Paciencias

1) Las paciencias de Soria son unas pequeñas galletas redonditas que se elaboran con muy pocos ingredientes y que tienen una textura muy particular, ya que son bastante duras y hay que comerlas prácticamente como si fuesen un caramelo, metiéndolas en la boca e ir dándoles vueltas para que con la saliva se vayan ablandando y deshaciendo poco a poco. De ahí deben su nombre de paciencias, ya que hay que tener algo de paciencia para comerlas...
Esta receta de paciencias de Almazán es perfecta para utilizar claras de huevo que nos hayan sobrado de otras elaboraciones como por ejemplo, después de preparar unas natillas, crema catalana, crema pastelera...
Lo primero que tenemos que hacer es hacer un merengue. Para ello, ponemos las claras de huevo en un bol, les añadimos una pizca de sal y empezamos a batir con unas varillas eléctricas. Cuando las claras se vayan poniendo espumosas, vamos a ir añadiendo el azúcar poco a poco y sin dejar de batir hasta tener un merengue consistente, liso y brillante como se ve en la última foto.

2) A continuación, añadimos la ralladura de limón (evitando rallar la parte blanca que es amarga) y añadimos la mita de la harina de trigo pasándola antes `por un colador o tamiz. Después, con la ayuda de una espátula o lengua de gato, mezclamos la harina con el merengue haciendo movimientos suaves y envolventes. Cuando la harina se haya integrado, añadimos la otra mitad igualmente pasándola antes por el colador. Mezclamos igualmente con movimientos suaves y envolventes hasta tener una mezcla homogénea.

3) Metemos la masa de las paciencias en una manga pastelera y vamos colocando pequeñas porciones en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Dejaremos un poco de espacio entre unas paciencias y otras porque en el horno van a crecer un poquito.
Con el horno precalentado a 220º C, metemos las paciencias a media altura en el horno y horneamos durante unos 8-10 minutos. Después, sacamos las paciencias del horno y las colocamos en una rejilla para que se enfríen completamente.

Las paciencias aguantan varios días en perfecto estado si las guardamos en un recipiente bien cerrado.
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Y si te animas a preparar estas paciencias de Almazán, nos encantaría saber qué tal fue el resultado. Más abajo puedes compartir la receta o puntuarla.