Patatas chips caseras

Lo primero que haremos para preparar las patatas chips caseras será pelar las patatas. Después, vamos a cortar las patatas en rodajitas finas de 1 mm de grosor aproximadamente. Lo ideal sería cortarlas con una mandolina ya que así nos quedarán perfectas de grosor además de que lo haremos súper rápido pero si no tenéis mandolina, se pueden cortar a cuchillo con un poquito de paciencia.

Cuando ya tengamos todas las patatas cortadas, las vamos a meter en un bol con agua fría y las vamos a remover con la mano para que suelten el almidón, ya que a menos almidón, más crujientes nos quedarán. Las dejamos en el bol con agua fría un par de minutos y a continuación, les pasamos un agua limpia y las vamos a dejar escurrir en un colador. Cuando hayan escurrido bien el agua, las vamos a terminar de secar con papel de cocina y ya estarían listas para freír.

Para freír las patatas chips, ponemos una sartén a fuego fuerte con abundante aceite de oliva o de girasol (es cuestión de gustos usar uno u otro). Cuando el aceite esté bien caliente, incorporamos las patatas repartiéndolas bien por toda la sartén y vamos a dejar freír las patatas a fuego fuerte sin moverlas hasta que veamos que ellas solas se quieren empezar a separar. En ese punto, las removemos un poco y las dejamos que se sigan friendo hasta que veamos que ya están bien doraditas. Las sacamos de la sartén con la ayuda de una espumadera para escurrirlas bien de aceite y las pasamos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Finalmente les añadimos sal y ya las tenemos listas para comer.

¿QUÉ OPINAS DE ESTA RECETA DE PATATAS CHIPS?
Y si te animas a preparar estas patatas chips caseras y crujientes, nos encantaría saber qué tal fue el resultado. Más abajo puedes compartir la receta o putuarla.