Caldo Galego

1) La receta del caldo gallego va a variar según la costumbre de cada casa pero podemos decir que siempre vamos a partir de unos ingredientes básicos como son la verdura, la patata, las alubias (fabas) y el unto. A partir de estos ingredientes base se le incorporan otros ingredientes que tengamos a mano. Decir también que el unto es un ingrediente tradicional de la cocina gallega que en Galicia se encuentra sin problema en el supermercado y en las carnicerías pero si fuera de Galicia no lo conseguís, lo podéis sustituir por tocino.
Dependiendo de la época del año en la preparemos el caldo gallego se pueden utilizar diferentes verduras del país como los grelos, nabizas, berzas, repollo, etc. En esta ocasión, vamos a utilizar grelos. Lavamos muy bien los grelos y los cortamos en trocitos. También, pelamos y chascamos las patatas. Y tendremos que dejar la noche anterior las alubias (fabas) en remojo en abundante agua para que se hidraten.
En esta ocasión, le vamos a añadir al caldo carne de cerdo (chorizo, panceta y tocino) y falda de ternera (si puede ser con hueso mejor ya que le dará un sabor buenísimo).

2) Una vez tengamos todos los ingredientes del caldo gallego preparados, vamos a colocar en una olla amplia las habichuelas ya escurridas, la falda de ternera, la panceta, el tocino, un trocito de unto y el chorizo. A continuación, incorporamos el agua fría y ponemos la olla a fuego fuerte.

3) Tapamos la olla y cuando el agua empiece a hervir, bajamos un poco el fuego y con un cucharón limpiamos la superficie del caldo de las posibles impurezas y grasas que puedan soltar las carnes y las alubias. Tapamos otra vez la olla y dejamos que se cocine el conjunto a fuego medio-bajo durante una hora.

4) Pasada la hora, desechamos el resto de unto que pueda haber quedado e incorporamos las patatas y la verdura. Tapamos la olla y continuamos con la cocción del caldo gallego durante media hora más.

5) Cuando tengamos las patatas y la verdura ya cocinadas, apagamos el fuego y retiramos las carnes. Cortamos en rodajas el chorizo y troceamos el resto de carnes, desechando la grasa. Incorporamos la carne de nuevo al caldo y mezclamos bien el conjunto.
En este momento ya tendríamos nuestro caldo gallego listo para comer pero si lo dejamos reposar hasta el día siguiente tendremos un caldo mucho más sabroso.

Servimos el caldo gallego bien calentito y listo para disfrutar!
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