Tarta de queso japonesa

1) Esta tarta de queso japonesa es un pastel con una textura súper suave y esponjosa, entre una mousse y una nube, que además es súper fácil de preparar ya que solo necesitamos 3 ingredientes principales y un poquito de esencia de vainilla.
Lo primero que vamos a hacer para preparar esta tarta de queso japonesa es poner el queso crema en un bol y batirlo bien con unas varillas para que nos quede con una textura totalmente de crema. A continuación, separamos las yemas de las claras de los huevos y reservamos las claras en un bol aparte. Vamos a ir añadiendo las yemas de una en una al bol del queso crema, de manera que añadimos una yema, mezclamos bien hasta que esté perfectamente integrada y entonces, añadimos la siguiente. Hacemos los mismo con todas las yemas y después, añadimos la esencia de vainilla y mezclamos.

2) A continuación, vamos a hacer el merengue. Con todas las claras en un bol, empezamos a batir con unas varillas eléctricas a media potencia. En cuanto veamos que las claras empiezan a ponerse espumosas, vamos a ir añadiendo el azúcar glass poco a poco, como en forma de lluvia. Y seguimos batiendo hasta que se vaya formando una especie de crema blanca. Para esta tarta, no queremos hacer un merengue bien montado, necesitamos que quede con picos blandos, es decir, simplemente que se quede marcada la forma de las varillas pero que no se sostenga firme el merengue.

3) En este punto que ya tenemos listas las dos elaboraciones de la tarta de queso japonesa, vamos a volcar la mezcla de queso y yemas en el bol del merengue y mezclamos con unas varillas lentamente hasta tener una mezcla perfectamente homogénea.

4) Vamos a preparar el molde donde vamos a hornear la tarta de queso. En este caso necesitamos un molde redondo desmoldable de 20 cm de diámetro. Vamos a forrar con papel de horno la base y los laterales del molde, de manera que el papel de los laterales sobresalga unos 10 cm por encima del borde superior, ya que la tarta va a crecer un poco en el horno.
Para ayudarnos a que el papel de horno se quede bien pegado al molde, podemos untarlo con un poco de aceite de girasol. También vamos a forrar el molde por fuera con papel de aluminio para evitar que entre agua del baño maría.
Colocamos el molde dentro de otra fuente donde vamos a añadir agua caliente ya que esta tarta se hornea al baño maría y vertemos la masa de la tarta en el molde. Vamos a calentar previamente el agua que vamos a añadir en la fuente, de manera que la calentamos hasta que llegue a hervir y cuando hierva, la ponemos con cuidado en la fuente. La cantidad de agua es la necesaria para que cubra aproximadamente la mitad de la altura del molde.
Con el horno precalentado a 170º C, con calor arriba y abajo, metemos la fuente en la zona media-baja del horno y horneamos a 160º C durante 50-55 minutos.
Pasados los 50-55 minutos, apagamos el horno y dejamos la tarta dentro del horno con la puerta entreabierta durante 10 minutos.
Después de estos 10 minutos, sacamos con cuidado el molde del horno para dejarlo enfriar encima de una rejilla. Cuando se haya enfriado el molde, lo metemos en la nevera un mínimo de 3 horas para que se enfríe, aunque lo ideal sería dejar la tarta en la nevera de un día para otro.
Cuando la tarta esté fría, la desmoldamos y retiramos con cuidado el papel de horno de la base y de los laterales.

5) En este punto, la tarta de queso japonesa está lista para servir y opcionalmente podemos espolvorear por la superficie un poco de azúcar glass al gusto con la ayuda de un colador.

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