Croquetas de lacón con grelos

Esta receta de croquetas de lacón con grelos es una receta perfecta de aprovechamiento ya que vamos a utilizar las sobras que suelen quedar cuando preparamos en casa esta receta gallega. En este caso nos sobró lacón, chorizo y unos grelos.
Lo primero que haremos será seleccionar la carne, limpiarla de posibles restos de grasa y escurrir los grelos. Primero troceamos la carne y los grelos un poco para ayudar a la picadora. Después la picamos con la ayuda de un robot de cocina y la reservamos.
Ponemos la leche a calentar en una olla a fuego suave. Si queremos aromatizar y darle a la leche un toque de sabor, podemos añadirle un trocito de lacón que nos haya sobrado y cuando la leche empiece a hervir, sacamos los trozos de lacón y reservamos la leche caliente en la olla.

En una tartera amplia vamos a preparar la masa de las croquetas. Ponemos la tartera a fuego medio y ponemos a calentar la mantequilla. Cuando la mantequilla se haya derretido, añadimos un poco de nuez moscada e incorporamos la harina. Removemos bien con unas varillas para que la harina se integre completamente y, sin dejar de remover, la cocinamos durante un par de minutos para que pierda el sabor a crudo.

A continuación, incorporamos toda la leche que teníamos caliente en la olla y removemos con las varillas. Seguimos removiendo hasta que espese y la masa de las croquetas tenga una consistencia homogénea. Este proceso puede llevar unos minutos, hay que ser paciente y no dejar de remover. Añadimos sal y un poco de pimienta negra recién molida.

Cuando la bechamel ya tenga la consistencia de masa de croquetas, añadimos los restos picados del lacón con grelos que teníamos reservados. Removemos bien hasta integrar todo el conjunto y dejamos que se cocine la masa a fuego suave durante unos cinco minutos, sin dejar de remover y teniendo cuidado de que no se nos pegue la masa al fondo de la olla.
A continuación, cuando tengamos la masa bien trabajada, la pasamos a otro recipiente para dejarla enfriar a temperatura ambiente. Preferiblemente usaremos una bandeja de poca profundidad. Cuando la masa de las croquetas haya perdido temperatura, la taparemos con film transparente que debe estar en contacto con la masa para evitar que el aire forme una costra. Después de que se haya templado a temperatura ambiente, metemos la masa en la nevera y dejamos que se enfríe para que coja consistencia (podemos dejar la masa de las croquetas de un día para otro).

Cuando tengamos la masa de las croquetas bien fría y compacta (después de como mínimo unas dos horas en la nevera), preparamos el pan rallado en un plato, batimos el huevo y vamos a darle forma a las croquetas con la ayuda de dos cucharas o con las manos. Cuando tengamos la forma de la croqueta hecha, pasamos la croqueta por el huevo batido y después por pan rallado. Cuando tengamos la croqueta cubierta de pan rallado, le damos otra vez forma con la mano con una leve presión. Hacemos lo mismo con el resto de la masa hasta tener todas las croquetas listas.

A continuación, colocamos una tartera pequeña o sartén profunda con abundante aceite (de oliva o de girasol) a fuego fuerte hasta que el aceite casi empiece a humear. En ese momento iremos friendo las croquetas en tandas de 3 ó 4 croquetas para evitar que el aceite pierda temperatura. Pasados unos segundos les damos la vuelta y cuando estén bien doraditas, las sacamos con una espumadera para escurrir bien el aceite y las vamos colocando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa que pudieran tener.

Ya tenemos listas nuestras croquetas caseras de lacón con grelos!
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