Chulas de calabaza

1) Lo primero que haremos para preparar las chulas de calabaza será cocer la calabaza. Cortamos la calabaza, le sacamos las semillas con una cuchara, la pelamos y la troceamos para facilitar la cocción.
La calabaza que utilizamos en esta receta pesaba casi un kilo y después de limpiarla, quedaron unos 600 g de pulpa de calabaza.

2) Cuando tengamos la calabaza preparada, la colocamos en una olla para cocerla y añadimos el agua justa para que la calabaza quede cubierta. La ponemos al fuego con la olla tapada y la dejamos cocer a fuego medio. En unos 20-25 minutos (dependiendo de la calabaza) tendría que estar bien cocida y blandita.

3) Cuando tengamos la calabaza cocida, la escurrimos bien con una espumadera y la colocamos en un escurridor para que quede bien seca. Si vemos que la calabaza después de escurrirla aún está húmeda, podemos presionarla en el escurridor para eliminar todo el exceso de agua.
A continuación, la colocamos en el recipiente donde vayamos a preparar la mezcla de las chulas, añadimos una pizca de sal y machacamos la calabaza hasta que tenga consistencia de puré.

4) Cuando tengamos la calabaza bien deshecha, añadimos los huevos y mezclamos durante un par de minutos. Cuando tengamos una mezcla homogénea, añadimos el azúcar y volvemos a batir durante otros dos minutos. Opcionalmente, le podemos añadir un poco de canela en polvo.

5) Por último, vamos a incorporar la harina de trigo tamizada. La incorporamos en dos tandas para que la mezcla vaya integrando la harina poco a poco. Cuando tengamos la harina integrada, añadimos la levadura química (polvo de hornear) y mezclamos bien.
La cantidad de harina es aproximada ya que va a depender de la cantidad de agua que tenga la calabaza. Intentaremos tener una mezcla media, ni muy líquida ni muy densa. Cuando estén todos los ingredientes integrados, dejamos reposar la mezcla 15 minutos.

6) A continuación, ponemos una sartén a fuego medio e incorporamos el suficiente aceite de girasol como para cubrir el fondo de la sartén. Cuando el aceite esté caliente, vamos vertiendo la masa de las chulas con la ayuda de una jarra.

7) Cuando veamos que se empiezan a formar unos agujeros pequeñitos en el centro de la chula, será el momento de darle la vuelta con la ayuda de una espátula. Esperamos a que se haga por el otro lado, la escurrimos bien y la colocamos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de grasa. De esta forma vamos haciendo el resto de las chulas, las colocamos en una fuente y espolvoreamos con una mezcla de azúcar y canela al gusto.

Para nuestro gusto como más ricas están las chulas de calabaza son recién hechas o templaditas pero a temperatura ambiente también estarán deliciosas.
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