Croquetas de espinacas

Para preparar estas croquetas de espinacas, nosotros vamos a usar espinacas frescas aunque también se podrían usar espinacas congeladas. Lo primero que vamos a hacer es lavar las espinacas y dejarlas escurrir bien para después, trocearlas un poco y así no encontrar trozos demasiado grandes en la masa de las croquetas.
Para hacer las croquetas, primero vamos a saltear las espinacas con ajo y las reservaremos para añadirlas al final a la masa. Para ello, ponemos una cazuela a fuego medio-fuerte con el aceite de oliva y cuando el aceite esté caliente, añadimos el ajo picado muy finito y lo sofreímos unos instantes. A continuación, añadimos las espinacas y las vamos removiendo. Al principio puede parecer que es mucha cantidad de espinacas pero veréis cómo enseguida reducen el volumen. Salteamos las espinacas un par de minutos y después, añadimos sal y pimienta negra molida.

Mezclamos y cocinamos 1 minuto más y después, retiramos las espinacas de la cazuela y las reservamos. Vamos a preparar la masa de las croquetas en la misma cazuela donde salteamos las espinacas. Para ello, ponemos el fuego a fuego medio y añadimos la mantequilla. En cuanto la mantequilla se haya derretido, añadimos la cebolla picada muy finita, mezclamos y cocinamos unos 5 minutos hasta que la cebolla esté transparente. En ese momento, incorporamos la harina de trigo y la mezclamos bien con el sofrito.

Cocinamos la harina un par de minutos removiendo continuamente con unas varillas y a continuación, añadimos la leche (que la tendremos caliente) toda de golpe pero poco a poco a la vez que removemos continuamente con las varillas. Seguimos removiendo a fuego medio y veremos cómo poco a poco la masa va a ir espesando y cogiendo la textura de bechamel (esto puede llevar entre 5 y 7 minutos).
Cuando la masa haya espesado, añadimos sal y pimenta negra molida, mezclamos e incorporamos el rulo de cabra cortado en trocitos.

Removemos continuamente hasta que el queso se funda por completo y después, añadimos las espinacas. Mezclamos bien y ahora vamos a cocinar la masa removiendo continuamente con las varillas durante unos 10 minutos. Recordad que cuanto más tiempo trabajemos la masa de las croquetas, más cremosas nos van a quedar.
Una vez que tengamos lista la masa, la pasamos a un recipiente y la tapamos con film transparente que esté en contacto directo con la masa para que no se forme costra. Dejamos que la masa pierda temperatura a temperatura ambiente y después, la metemos en la nevera un mínimo de 4 horas aunque lo ideal sería dejar la masa en la nevera de un día para otro.

Con la masa bien fría, ya podemos formar las croquetas. Nosotros en esta ocasión, le dimos la forma alargada más tradicional pero se pueden hacer también croquetas redonditas del tamaño que queráis. Formamos las croquetas y las pasamos primero por harina de trigo. Sacudimos un poco el exceso de harina y pasamos la croqueta por huevo batido. Sacamos la croqueta del huevo dejando escurrir igualmente un poco el exceso de huevo y por último, la pasamos por pan rallado. Una vez que tengamos rebozadas todas las croquetas que vayamos a preparar, ya podemos pasar a freírlas.
Para freír las croquetas, colocamos un cazo pequeño o sartén profunda con abundante aceite (de girasol o de oliva) a fuego fuerte. Cuando el aceite esté bien caliente pero sin que llegue a humear, vamos friendo las croquetas en tandas de 2 o 3 croquetas para evitar que el aceite pierda temperatura. Pasados unos segundos, les damos la vuelta y cuando estén bien doraditas, las sacamos con una espumadera para escurrir bien el aceite y las vamos colocando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa que pudieran tener.

Y ya tenemos listas para disfrutar estas croquetas caseras de espinacas y queso de cabra!
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