Bizcochón gallego de pascua

1) Para este bizcochón vamos a necesitar un molde de 30 cm de diámetro como el que se ve en la foto que es el que se usa tradicionalmente para hacer este bizcochón. Si no tenéis un molde como el de la foto, podéis usar un molde normal pero tiene que ser grande y profundo.
Este bizcocho gallego no lleva nada de grasa ni levaduras químicas, únicamente huevos, azúcar, harina y una pizca de sal. El volumen del bizcocho lo conseguiremos blanqueando las yemas de huevo con el azúcar hasta doblar su volumen y montando las claras a punto de nieve.

2) Lo primero que haremos será dejar el molde preparado para poder desmoldar bien el bizcochón. Engrasamos la superficie con un poco de mantequilla, espolvoreamos con un poco de harina y sacudimos bien el molde para eliminar el exceso de harina. Necesitamos una capa fina de harina para que el bizcochón se desmolde fácilmente.

3) Como ya comentamos en el primer paso, el volumen de este bizcocho lo conseguimos trabajando por separado las yemas de las claras, por lo que necesitamos dos recipientes amplios. Separamos las yemas a un recipiente amplio que será donde haremos la mezcla y las claras en otro donde las montaremos a punto de nieve.

4) Una vez separadas las yemas de las claras, nos pondremos a trabajar las yemas. Añadimos el azúcar y batimos con unas varillas hasta que se blanqueen y doblen su volumen, lo que nos puede llevar entre 5 y 10 minutos en función de las varillas que utilicemos.

5) A continuación, incorporamos la harina tamizada poco a poco y la mezclamos con una espátula o lengua de gato con las yemas con movimientos envolventes para evitar que pierdan volumen. Añadimos la harina poco a poco a medida que la mezcla la vaya absorbiendo. Es importante no echar la harina toda de golpe.

6) Cuando tengamos toda la harina incorporada, vamos a montar las claras a punto de nieve. Para ello, les añadimos una pizca de sal (así se disuelven mejor las proteínas de las claras, sobre todo si utilizamos huevos muy frescos) y batimos las claras. Al principio batimos a baja velocidad hasta que se formen las primeras burbujas y después a más potencia hasta montarlas a punto de nieve como se ve en la última foto.

7) Una vez que tengamos las elaboraciones listas, encenderemos el horno a 180º C con calor únicamente en la parte de abajo.
Mientras se calienta el horno vamos a mezclar las claras a punto de nieve con la mezcla de las yemas. Iremos añadiendo las claras en tres tandas y mezclando con las yemas con movimientos suaves y envolventes para evitar que la mezcla pierda volumen.

8) Cuando tengamos una mezcla homogénea, la volcamos en el molde que teníamos preparado. Bajamos la temperatura del horno a 170º C y colocamos el bizcochón sobre la rejilla y en la parte inferior del horno.

9) Para la cocción de este bizcocho vamos a necesitar 40 minutos a 170º C con calor únicamente en la parte inferior y 5-10 minutos más con calor arriba y abajo para terminar la cocción del bizcochón.
De todas formas iremos vigilando el bizcocho ya que como se ve en la foto, en el horno va a crecer unos centímetros. Pasados 45-50 minutos podemos pinchar el bizcochón con una brocheta para controlar la cocción y ver si ya está cocido en el interior. Después de comprobar que el bizcocho está hecho, apagamos el horno y dejaremos la puerta del horno entreabierta para que vaya perdiendo temperatura poco a poco y el bizcocho pierda el menor volumen posible.
Cuando el bizcocho haya perdido temperatura, lo sacamos del horno y lo desmoldamos con cuidado. Esperamos que enfríe un poco más y decoramos la superficie con azúcar glass.

Es normal que este tipo de bizcochos que tienen tanto aire y que son tan esponjosos, al salir del horno bajen un poco. En nuestro caso bajó unos dos centímetros pero como comentamos, es por el tipo de bizcocho. En nuestra casa este bizcochón nos encanta comerlo tal cual pero es un bizcocho que por su textura es ideal para mojar. Se conserva perfectamente 2-3 días siempre que esté bien tapado.
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